2005-12-20

Y dale onanismo!

En los últimos tiempos, tengo una curiosa sensación de... inminencia; no sé cómo explicarlo, es la sensación casi física de que algo va a pasar y, a la vez, de que ese algo lleva tiempo en marcha, y aún todavía de que podría tardar años en llegar.

Es un movimiento interno, un bulle-bulle a nivel celular. No es desagradable, más bien al contrario. Me produce una curiosidad tranquila: ¿en qué parará esto, qué significa; si es que significa algo o si es que conduce a alguna parte?

"Será que hay algo más, que a simple vista no se ve ... pero siento que hay en mí algo que está cambiando" (la canción de Julieta Venegas, en el último año y pico, me ha acompañado bien; aunque de ella no hago mías nada más que estas dos frases.)



2005-12-12

Inseguridad y bla bla bla


Hoy empiezo nuevo curro.

Tiene premisas malas -el salario, principalmente- y buenas -trabajo "de mesa", sin carácter comercial- pero en principio no es nada que debiera darme miedo.

Y no es que tenga miedo, o sí, o yo qué sé. Estoy demasiado nerviosa para lo que en realidad es esto.
Será por lo que representa. Primer trabajo después de conseguir un llamativo rechazo en el anterior. Rechazo sólo de una persona, pero de la que está a cargo de juzgar y decidir, al fin y al cabo. Y lo que más nerviosa me pone: un rechazo del que no entiendo las causas concretas, y por tanto no puedo hacer sino intentar adivinar a ciegas qué puedo hacer para mejorar mi situación en este nuevo trabajo.

Me reivindico: el anterior, no lo hacía tan mal. Con mis puntos fuertes y mis puntos flacos. Lo hacía tan bien como se puede esperar de alguien a quien se ha dejado aprender "al vuelo", sin una dirección sólida. E incluso había aspectos que se me daban sorprendentemente bien, que me hicieron aprender algo nuevo de mí misma que no me disgustó.

Ocurre que, al margen de los argumentos que se me dieron para no renovarme, y que tanto me hicieron pensar los primeros días, rápidamente llegué a la conclusión de que había más raíces para mi no-renovación. Raíces no argumentables, viscerales: algún callo pisado sin querer, algo en mi actitud que cayó mal... Algo tan indefinible para mí, que estoy muy insegura de si podré corregirlo en este nuevo trabajo.

Si no puedo identificar con claridad las rémoras que arrastro para no ser rechazada, ¿cómo podré evitar el rechazo? Si "hacerlo razonablemente bien" no basta, si además hay que caer bien a la persona clave, ¿qué oportunidades reales tengo?

...

No es demasiado constructivo el rumiar de esta manera. Es una vez más mi eterno caballo de batalla: bla bla bla. Sólo quería que quedara constancia de lo que me pasa por la cabeza. En realidad, esa parte de mí que es positiva y bienintencionada ya me ha dicho lo previsible: tú hazlo lo mejor que puedas y sepas, pórtate bien, sé discreta, y si después de eso no te quieren, pues que les den.
Lástima que dentro de mí la parte racional y la visceral, como decía el Tximis, "ni se hablan ni se escriben"...

2005-12-02

Como el agua.