2008-04-10

Thoreau

"No tengas en cuenta los éxitos y fracasos del pasado; todo el pasado es un fracaso y un éxito... Vete al diablo y vuelve... Muere si puedes. Márchate. Cambia tu salvación por un vaso de agua. Corre el riesgo, si sabes de alguno. Si no, disfruta de la seguridad. No te molestes en ser religioso: nadie te dará las gracias por ello... No albergues dudas si no son agradables para ti. Mándalas a la taberna... En cuanto a la salud, considérate sano y ocúpate de tus asuntos. ¿Quién sabe si ya estás muerto? No te detengas por temor: vendrán cosas más terribles y no dejarán de hacerlo. Los hombres mueren de miedo y viven de la confianza. No seas obediente como los vegetales... Haz lo que nadie podría hacer por ti."

2008-04-02

IA y otros tantos -y tantas- tontos...


La forense levantó una mano para pedir una pausa, bebió un trago de agua, otro de vino, otro de agua, y volvió a coger su bolígrafo.

- Estos cortes secundarios indican un lujo de precauciones, una preocupación por rematar el trabajo, por completarlo y que quede, si es posible, irreprochable. Esa comprobación adicional, ese exceso de conciencia, son vestigios vivos de la disciplina escolar, que pueden derivar en neurosis de perfeccionismo.

- Sí -dijo Adamsberg (...).

- Esa tendencia hacia la excelencia sólo es una defensa contra la amenaza del mundo exterior. Y es esencialmente femenina.

- ¿La amenaza?

- La voluntad de perfección, la verificación del mundo. El porcentaje de hombres que presentan esos síntomas es insignificante. Así, hace un rato he comprobado que la puerta del coche estaba bien cerrada. Tú, en cambio, no. Y que llevaba las llaves en el bolso. ¿Sabes tú dónde están las tuyas?

- En su sitio, enganchadas en un clavo, en la cocina, supongo.

- Lo supones.

- Sí.

- Pero no estás seguro.

- Joder, Ariane, no puedo jurarlo.

- Sólo por eso, y sin necesidad siquiera de mirarte, ya sé que eres un hombre, y yo una mujer. Occidentales. Con un margen de error del doce por ciento.

Fred Vargas, La tercera virgen.