2006-03-24

Un "porsiaca".


Pues mira, el Nagore en cuestión es un "guays", y eso me da mucha rabia. Pero como lo que hoy publica en el Diario de Noticias me ha hecho tilín, y teniendo en cuenta que últimamente ando un tanto escasa de inspiración propia, pues lo voy a poner aquí, qué caramba. Y por cierto, el tipo pone sus columnas en blogspot, aquí va la dirección: www.nagorefraucaalacontra.blogspot.com

POR "SIACA".

Entonces, hoy ¿qué hacemos? ¿Salimos de casa o no? Porque esto de "a partir de las 00.00 horas del 24" ¿es la noche del 23 al 24 o la del 24 al 25? Que soy de letras, y mañana jugamos contra el Athletic y me gustaría verlo, y no sé si ustedes tienen la intención de echar la espuela o ya están saciados. ¿Se puede dejar de mirar debajo del coche? ¿Y el buzón, podemos abrirlo o qué? ¿Podemos entrar al bar y ponernos de espaldas a la puerta? ¿Vamos al curro con el coche blindao o nos dejan la opción de ir andando? ¿Le decimos al escolta que se vaya al pueblo a cenar o tenemos que esperar hasta las 12 de la noche, cómo va la cosa? Porque si la tregua empieza del 24 al 25 ya sería mala suerte que me pasara algo justo hoy, ¿no? Pero tampoco hay que tentarla mucho, ¿no les parece? Claro que, si era del 23 al 24, entonces pillamos mesa en la peña y luego podemos echarnos unos jarros por lo Viejo, como antes, ¿no? No, si ya sé que estas cosas no tienen importancia para ustedes, que están ocupaos, pero es que, saben, si me dicen que mejor me quede en casa igual aprovecho para ordenar correspondencia atrasada, que, por cierto, ¿qué hago con estas cartas, prescriben también o no, las quemo o las guardo por siaca? Y si dicen que puedo salir, pues me gusta organizarme, ir al mercao y a ver si no se acaba el mero, que cenaríamos mero. ¿Y eso de "permanente" es como la permanente de mi abuela, que hay que echarle laca cada 6 horas o cómo? Ya perdonarán, pero es que llevan tantos años dando por saco que ya comprenderán que entren las dudas y hasta, fíjense, se me haya pasado por la cabeza dar las gracias, que tiene cojones el asunto y más con el marrón que nos dejan ahora, que a ver qué hacemos con él, aunque ganas de hacer algo bueno tengamos. Pues que atentamente.


Ahí queda eso. Y a ver si dentro de algún tiempo la cosa queda tan lejana, que se nos haya olvidado que lo que ocurría -o no- la noche del 23 al 24 era el final de los atentados de ETA.

2006-03-20

LA OSADÍA DE LA IGNORANCIA

Arturo Pérez-Reverte, Patente de Corso, 12 de marzo de 2006

Una comisión del parlamento andaluz a la que se encomendó revisar el “lenguaje sexista” de los documentos de allí, se ha dirigido a la Real Academia Española solicitando un informe sobre la corrección de los desdoblamientos tipo “diputados y diputadas, padres y madres, niños y niñas, funcionarios y funcionarias”, etcétera. Como suele –recibe cinco mil consultas mensuales de todo el mundo-, la RAE respondió puntualizando que tales piruetas lingüísticas son innecesarias; y que, pese al deseo de ciertos colectivos de presentar la lengua como rehén histórico del machismo social, el uso genérico del masculino gramatical tiene que ver con el criterio básico de cualquier lengua: economía y simplificación. O sea, obtener la máxima comunicación con el menor esfuerzo posible, no diciendo con cuatro palabras lo que puede resumirse en dos. Ésa es la razón de que, en los sustantivos que designan seres animados, el uso masculino designe también a todos los individuos de la especie, sin distinción de sexos. Si decimos los hombres prehistóricos se vestían con pieles de animales o en mi barrio hay muchos gatos, de las referencias no quedan excluidas, obviamente, ni las mujeres prehistóricas ni las gatas.

Aún se detalló más en la respuesta de la RAE: que precisamente la oposición de sexos, cuando se utiliza, permite destacar diferencias concretas. Usarla de forma indiscriminada, como proponen las feministas radicales, quitaría sentido a esa variante cuando de verdad hace falta. Por ejemplo, para dejar claro que la proporción de alumnos y alumnas se ha invertido, o que en una actividad deportiva deben participar por igual los alumnos y las alumnas. La pérdida de tales matices por causa de factores sociopolíticos y no lingüísticos, y el empleo de circunloquios y sustituciones inadecuadas, resulta empobrecedor, artificioso y ridículo: diputados y diputadas electos y electas en vez de diputados electos, o llevaré a los niños y niñas al colegio o llevaré a nuestra descendencia al colegio en vez de llevaré a los putos niños al colegio. Por ejemplo.
Pero todo eso, que es razonable y figura en la respuesta de la Real Academia, no coincide con los deseos e intenciones de la directora del Instituto Andaluz de la Mujer, doña Soledad Ruiz. Al conocer el informe, la señora Ruiz se quejó amarga y públicamente. Lo que hace la RAE, dijo, es “invisibilizar a las mujeres, en un lenguaje tan rico como el español, que tiene masculino y femenino”. Luego no se fumó un puro, supongo, porque lo de fumar no es políticamente correcto. Pero da igual. Aparte de subrayar la simpleza del argumento, y también la osada creación, por cuenta y riesgo de la señora Ruiz, del verbo “invisibilizar” –la estupidez aliada con la ignorancia tienen huevos para todo, y valga la metáfora machista-, creo que la cosa merece una puntualización. O varias.
Alguien debería decirles a ciertas feministas contumaces, incluso a las que hay en el Gobierno de la Nación o en la Junta de Andalucía, que están mal acostumbradas. La Real Academia no es una institución improvisada en dos días, que necesite los votos de las minorías y la demagogia fácil para aguantar una legislatura. La RAE tampoco es La Moncloa, donde bastan unos chillidos histéricos en el momento oportuno para que el presidente del Gobierno y el ministro de Justicia cambien, en alarde de demagogia oportunista, el título de una ley de violencia contra la mujer o de violencia doméstica por esa idiotez de violencia de género sin que se les caiga la cara de vergüenza. La lengua española, desde Homero, Séneca o Ben Cuzmán hasta Cela y Delibes, pasando por Berceo, Cervantes, Quevedo o Valle Inclán, no es algo que se improvise o se cambie en cuatro años, sino un largo proceso cultural cuajado durante siglos, donde ningún imbécil analfabeto –o analfabeta- tiene nada que decir al hilo de intereses políticos coyunturales. La RAE, concertada con otras veintiuna academias hermanas, es una institución independiente, nobilísima y respetada en todo el mundo: gestiona y mantiene viva, eficaz y común, una lengua extraordinaria, culta, hablada por cuatrocientos millones de personas. Esa tarea dura ya casi trescientos años, y nunca estuvo sometida a la estrategia política del capullo de turno; ni siquiera durante el franquismo, cuando los académicos se negaron a privar de sus sillones a los compañeros republicanos en el exilio. Así que por una vez, sin que sirva de precedente, permitan que este artículo lo firme hoy Arturo Pérez-Reverte. De la Real Academia Española.

2006-03-14

Creía haberme librado


O que lo tenía controlado, pero veo que vuelve con intensidad.

Vamos a ver si he conseguido desarrollar armas, aplomo, y un mínimo impulso hacia arriba.
Al menos, no nadar hacia abajo.