2005-10-04

Mundo exterior desde el interior.


Hay una señora mayor y pequeña, seria y discreta, de apariencia respetable, que cada día se compra un par de cartones de vino barato.

Hay infinidad de niños de todas las tallas, guapos o anodinos, embotados o graciosos, encantadores, maliciosos, crispantes, serios, caprichosos, pequeños lores.
¡Uno de ojos azules, que juro que iluminan y deslumbran!
Si se pudiera olvidar en qué acabamos convirtiéndonos...

Muchos borrachos y yonquis, gente a la que reconoces por el aliento sin levantar la mirada de la cinta, uno con uñas largas y amarillas, medievales;
la mayoría sorprendentemente correctos cuando los tratas con corrección, otros el peor prototipo del matón chulo y provocador.
Vino barato y latas de cerveza, zumos y refrescos de naranja.
Algunos roban. El otro día, uno, desharrapado, boquiabierto, perdido en su propia niebla, apuntaba maneras: jamón de pato, chorizo ibérico, y mousse de foie, sujetos por la goma del pantalón de chandal.

Gente de todos los orígenes y estratos sociales, de todos los colores y de todos los tratos.
Los peteuves no son necesariamente los más frecuentes ni los más cercanos.
Aindiados, gitanos, caribeños, europeos del este (Tsvietánka, "¿vi rúskaya?", era búlgara), franceses, israelitas, italianos, hooligans de Rennes tiernos por lo civilizados, holandeses, ingleses, alemanes, yankis... Seguro que me dejo alguno de los que he visto en apenas un mes. Muchos perdidísimos y azorados, y conmovedoramente se les ilumina la cara cuando te oyen hablarles en su idioma.
Trabajadores u ociosos, sonrientes o con cara de úlcera sangrante, corteses o fríos o cálidos o haciéndote sentir invisible.
Barajar todo esto y servir en desorden, tal como salga del horno.

En cuatro semanas se me han caído unos cuantos prejuicios que no sabía ni que tenía.
Me alegro.

3 Comments:

Blogger Siete said...

Siempre se puede sacar algo bueno, hasta de lo cotidiano... y convertirlo en poesía de lo de siempre, de lo pequeño. Encumbro tu post junto realismo más bello, al que hace de todos los días, perlas en el collar de la vida.
toma ya.
je.

ah, y por cierto, no pierdas la esperanza con Miguel. harías una gran concubina, no lo habías pensado? O Monstera quiere el cuento de hadas canónico?
Besicos guapa.

3:44 p. m., octubre 05, 2005  
Blogger Sergio said...

Uaalaaa con la MT!! A ver cuando sueltas esas en tu post...
Por cierto Monstera. Enhorabuena por el blog. Nivelón. ¡Qué redacción!, ¡qué imágenes!, ¡qué delicadeza! Delicioso

7:28 p. m., octubre 07, 2005  
Blogger Juan Diablo said...

Quien tiene prejuicios es que no ha viajado lo suficiente. En tu caso los viajeros vienen a ti. Suerte que tienes.

3:29 p. m., octubre 18, 2005  

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